Como conservar la trufa

El compromiso MyTruff garantiza que la trufa puede ser consumida hasta 30 días después de su recolección en un excelente estado de conservación. Aun así, a continuación explicamos como conservar la frescura de la trufa para disfrutar de su incomparable e inconfundible aroma y sabor.

Dado que se trata de un producto extremadamente sensible, la temperatura debe estar comprendida entre los 2ºC y 4ºC .

Por eso, recomendamos conservarlas en la nevera (a ser posible en la parte inferior del frigorífico para que no se resequen demasiado).

No se recomienda guardarlas al aire libre, ya que existe el riesgo de oxidación, con la consiguiente pérdida de perfumes.

Se pueden introducir en un recipiente de cristal o un recipiente poroso (recipientes de barro), cubiertas con un trapo ligeramente húmedo.

No guardar la trufa en un recipiente que cierre herméticamente, puesto que debe airearse. Utilizar, por ejemplo, un recipiente tapado con film transparente. Además, en la base del recipiente podemos poner papel de cocina.

En casos puntuales, se puede poner arroz dentro del recipiente, de esta manera absorberá la humedad y el periodo de conservación será mayor.

Un sistema de conservación algo más laborioso sería sumergiéndola en alguna variedad de vinagre suave como el de manzana, brandy, jerez seco o aceite. De esta manera, la duración de la trufa en fresco será mucho mayor. Cabe destacar que, con el tiempo, acabará perdiendo su propio aroma y tomará el propio del vinagre.

La mejor manera para conservar la trufa durante un largo periodo es congelarla, aunque hay que ser conscientes de que perderá parte del aroma cuando deje de ser fresca. Si se decide congelarla, recomendamos envolverla con film transparente. Cuando se precise su uso, se podrá aportar directamente al plato sin necesidad de descongelarla, usando únicamente la cantidad deseada y evitando así que se descongele el resto.